Terapia psicológica

• Recuperación del Burnout Autista: Diferenciarlo de la depresión clínica y diseñar un plan de “descanso radical” y recuperación de energía adaptado a tu sistema nervioso.

• Gestión de Meltdowns y Shutdowns: Identificar las señales previas al colapso o al apagado para prevenirlos, y crear planes de seguridad para cuando ocurren.

• Perfil Sensorial: Entender tus hipersensibilidades (ruidos, luces, texturas) e hiposensibilidades para crear un entorno que no te agreda.

• Alexitimia e Interocepción: Aprender a identificar qué sientes (emociones) y qué necesita tu cuerpo (hambre, sed, baño) antes de llegar al límite.

• Acompañamiento en el descubrimiento tardío: Navegar la montaña rusa emocional que surge tras descubrir que eres autista/TDAH de adulto (alivio, duelo, rabia, euforia).

• Síndrome del Impostor: Trabajar esa voz interna que te dice “seguro que me lo estoy inventando” o “no soy lo suficientemente autista”.

• Reescritura de tu historia vital: Revisar tu pasado con las “gafas” de la neurodivergencia para entender que no eras “raro/a” ni “malo/a”, simplemente tu cerebro funcionaba distinto.

• Parálisis por Análisis e Inercia: Estrategias para cuando quieres hacer algo pero tu cuerpo “no arranca” (disfunción ejecutiva), sin usar la culpa como motor.

• Gestión del Tiempo y “Ceguera Temporal”: Herramientas externas para visualizar el tiempo y las tareas sin la ansiedad de los métodos de productividad neurotípicos.

• Transiciones entre tareas: Técnicas para reducir el malestar y la fricción mental al cambiar de una actividad a otra.

• Unmasking (Quitarse la máscara): Un proceso seguro y gradual para decidir cuándo, cómo y con quién quieres mostrarte tal y como eres, sin poner en riesgo tu seguridad.

• Disforia Sensible al Rechazo (RSD): Herramientas para gestionar ese dolor físico y emocional intenso ante la percepción de rechazo o crítica.

• Límites y Complacencia (People Pleasing): Aprender a decir “no” y a priorizar tus necesidades sin sentirte una mala persona.

• Doble Empatía: Entender los malentendidos con personas neurotípicas no como un “déficit tuyo”, sino como una diferencia de idiomas, y buscar puentes de comunicación.

Muchas heridas del pasado no duelen por lo que pasó, sino por cómo lo interpretaste en soledad. Revisaremos tu historia vital con las “gafas” de la neurodivergencia para re-interpretar esos momentos donde te sentiste “raro/a” o “insuficiente”. El objetivo es sanar el trauma acumulado por años de incomprensión y quitarle la culpa a tu “yo” del pasado..